Cuando empecé escribiendo este artículo, vinieron a mí muchos recuerdos de diferentes momentos en mi carrera. Así que lo que leerás aquí es el resultado después de vivirlo en mi búsqueda de resultados y verlo ahora desde afuera en muchas otras personas.

Te pondré en mi contexto. La realidad es que toda mi vida profesional he estado luchando por alcanzar un resultado de crecimiento. Ya sea para ser promovida a una posición mayor, para alcanzar un reconocimiento, para obtener algún premio, para llegar a tener gente a mi cargo, para hacer crecer a la gente a mi cargo y así sucesivamente.

Y lo que he pasado en ese crecimiento es un proceso de mil y un pensamientos diferentes que van desde la emoción por buscar algo nuevo, crecer mi autoestima empeñada en que me lo merezco, hacer una lista interminable de logros con justificaciones (para mí) de merecer un puesto mejor, invertir toda mi energía en la búsqueda, hasta incluso desenfocarme en mi puesto de ese momento pensando en obtener algo que deseo, etc.

Al final, esto se convierte en un sube y baja de emociones. Las emociones están a tope cuando empiezas a hacer tus pasos más grandes: cuando haces tu CV por primera vez, cuando te llaman a la primera entrevista en esta búsqueda, cuando te enteras de una vacante de ensueño con el paquete de prestaciones que tanto has soñado. 

La baja de emociones pasa cuando al mandar tus primeros correos con tu CV (masivos por supuesto), recibes pocas respuestas (sino es que ninguna), o recibes correos diciendo “MAILER-DAEMON Correo equivocado”, o cuando después de la primera entrevista te dan las gracias y te dicen que no pasaste al siguiente filtro. O cuando te enteras que la posición para la cual aplicaste, paga menos de los que actualmente ganas. 

¿El problema soy yo? ¿Cómo compito con otras personas que tienen la misma experiencia que yo?

En mis tiempos de búsqueda de trabajo, siempre lo he dicho, hice Maestría en Entrevistas. Sí, tuve miles y miles de entrevistas. Apliqué a mil vacantes, conocí a un sinnúmero de reclutadores y headhunters. Y puedo decírtelo, ahora con una sonrisa de todo lo que aprendí, cometí errores terribles en esas entrevistas. Y cada vez que llegaba a una entrevista (esperanzada o nerviosa) me costaba mucho trabajo y me volvía a equivocar.

Desde hacer un CV enorme (de una hoja porque todos dicen que debe ser de una hoja, con letra pequeña con muchas palabras que no decían nada), hacer otro CV que se veía muy atractivo, pero no decía nada de mí, hasta no saber qué poner en mi CV porque (cuando más desanimada me sentía después de ser rechazada tantas veces) no tenía nada interesante que poner en el CV, perdiendo seguridad en mí. Hasta llegar a entrevistas y ser rechazada mil y un veces por no saber vender ese valor único que solamente yo tenía.

No hay secreto mágico para conseguir un trabajo en X días. Hay diferentes factores que influyen en ello y muchos no son controlables porque todos los factores dependen de seres humanos. Puedes ser un experto en Ventas, pero si llegas a la entrevista del trabajo de tus sueños, los nervios pueden delatarte y hacerte perder la oportunidad. Te puede pasar que el reclutador haya tenido un mal día y no hizo click contigo y no te pasó al siguiente filtro. Las preguntas que te hizo el hiring manager, en realidad no fueron las mejores para hacerte brillar. La compañía para la cual te postulaste acaba de congelar vacantes y tu proceso se ha detenido.

Es cierto, todos los ejemplos anteriores no son controlables por ti. ¿Por qué cederle una responsabilidad tan grande de buscar trabajo para ti a un tercero? De verdad, algo tan importante y fundamental en tu vida, como la búsqueda de aquella actividad en la cual pasas el mayor número de horas despierto, ¿es algo que debas ceder a alguien más? 

De verdad, algo tan importante y fundamental en tu vida, como la búsqueda de aquella actividad en la cual pasas el mayor número de horas despierto ¿es algo que debas ceder a alguien más?

Hay un Factor que TÚ SÍ puedes controlar, y es el nivel de preparación para tu proceso de búsqueda

Sin embargo, sí hay un factor que TÚ SÍ puedes controlar: Y es prepararte mejor para un proceso de búsqueda. Y mucho ojo, prepararte no quiere decir que te metas a estudiar un Posgrado. Pero que sí aprendas de quienes están del otro lado, de tus propias vivencias y que tú mismo puedas trabajar para tu propia carrera.  

Al final, como puedes ver, las emociones por las cuales estás pasando las hemos vivido muchas personas. No estás solo. Pero eso no significa que debas de vivirlo más tiempo.

Piénsalo bien, ¿cuánto dinero has dejado de ganar? ¿Cuánto vale esa tranquilidad y felicidad de trabajar en donde deseas? ¿Qué te sale mejor? ¿Postergar el alcanzar resultados y seguirte topando con pared por no tomar acción en tu carrera? ¿Seguir sintiendo esa emoción al ser rechazado para una promoción, para una entrevista, para una oferta de trabajo? O ¿prepararte y hacer las cosas de forma diferente a como lo hacen los demás para obtener los resultados que buscas en menor tiempo?

En Arancione nos dedicamos a Headhunting desde hace más de 12 años y hemos visto en miles de candidatos cometer errores de forma constante. Es por ello que hemos creado un entrenamiento que te ayudará a identificar tu valor. 

 

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Pily Martínez | Managment Director and Partner

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